Ermita de San Antonio
Historia
Construida en piedra y con cubierta a dos aguas, la Ermita de San Antonio se erige al sur del pueblo como testigo de nuestra historia, datando de finales del siglo XIX. Un lugar lleno de tradición y devoción, donde cada 13 de junio, la comunidad celebraba una romería única en honor a su patrón. Las festividades, repletas de carreras de caballos, juegos tradicionales y una gran energía, eran el centro de la vida del pueblo. Las jóvenes acudían a la ermita con la esperanza de que San Antonio les trajera un buen novio.
Este texto extraído de la revista Entre Pinares 2010 nos permite revivir esa tradición que, aunque poco a poco se va perdiendo, todavía sigue viva en el recuerdo de los más mayores.
Además, junto a la ermita, se ha recuperado recientemente la tradicional Feria de Ganado, una celebración que une las raíces agrícolas con la esencia festiva del municipio.
Las fiestas de San Antonio
San Antonio es uno de los santos más venerados no solo en España, sino también en países de América del Sur, como Venezuela, Chile y Argentina. Aunque de origen portugués, su festividad del 13 de junio se celebra con gran fervor en muchas localidades del mundo.
En Las Navas del Marqués, esta fecha fue en su momento, un gran evento. Sin embargo, con el paso del tiempo, esta fiesta ha ido perdiendo protagonismo, especialmente entre las generaciones más jóvenes, que quizás solo han oído hablar de ella a través de relatos de padres y abuelos.
La ermita de San Antonio, situada cerca del antiguo cementerio, fue testigo de muchas de estas celebraciones. Según cuentan los mayores, la fiesta comenzaba el 12 de junio, cuando se celebraban las vísperas, una tradición muy especial organizada por trece parejas de jóvenes del pueblo. En esas vísperas, la imagen del santo era trasladada desde la ermita hasta la iglesia parroquial de San Juan Bautista, donde se preparaba para su gran día.
El día 13 de junio, un dúo de gaita y tamboril acompañaba a las chicas a la iglesia para la misa en honor a San Antonio. Todos los asistentes, ataviados con sus mejores galas, celebraban luego una procesión que recorría las calles del pueblo, terminando en la ermita, donde la imagen de San Antonio era devuelta hasta el próximo año.
Actividades
Una vez terminada la misa y la procesión, los alrededores de la ermita se llenaban de gente y se convertían en el escenario de un ambiente festivo y popular. Los juegos tradicionales eran el centro de la celebración. Entre ellos, uno de los más esperados era el de las cintas. De una cuerda colgaban varias cintas, y los participantes, a caballo o a lomos de burro, competían para atrapar las anillas colgadas de las cintas. El premio por cada anilla conseguida era un gallo, otro de los grandes protagonistas de esta fiesta.
El gallo también era el protagonista de otro de los juegos, en el que se soltaba uno de ellos y los más jóvenes corrían detrás para atraparlo. El afortunado que lo conseguía se lo llevaba a casa como premio. Además, se celebraban emocionantes carreras de caballos por los alrededores de la ermita, una competencia que aún recuerdan con cariño los más mayores del pueblo.
Con el paso del tiempo, esta celebración fue perdiendo fuerza y hoy, el evento que sigue vivo en la actualidad es la apertura de la ermita cada 13 de junio para que los fieles puedan acudir a visitar a San Antonio y rezar sus oraciones. Recientemente se ha recuperado también la tradicional Feria de Ganado en la que se realizan actividades semejantes como las carreras de cintas y caballos. A pesar de la evolución de la festividad, la esencia y la tradición siguen estando presentes en el corazón de Las Navas del Marqués.
Este texto, extraído del escrito por Verónica Fernández Rodríguez en la revista Entre Pinares, refleja el legado cultural que sigue presente en Las Navas del Marqués, con la esperanza de que las generaciones futuras revivan y conserven esta rica tradición.