Fregenal de la Sierra, 1527 – Madrid, 1598
Humanista, biólogo, escritor y hebraísta
Benito Arias Montano destacó como una de las figuras más relevantes del Renacimiento español. Estudió en Sevilla y Alcalá de Henares, donde adquirió una sólida formación humanista. Se ordenó sacerdote y dedicó su vida al estudio de las Sagradas Escrituras, siendo también un profundo conocedor del hebreo y otras lenguas antiguas.
Obra cumbre: la Biblia Políglota de Amberes
Arias Montano fue encargado por Felipe II de supervisar la creación de la Biblia Políglota de Amberes, también conocida como la Biblia Regia. Esta monumental obra, publicada en 1572 en Amberes, representó un hito en la filología bíblica, al reunir textos en hebreo, griego, latín, arameo y siríaco. Sin embargo, sus innovaciones y métodos no estuvieron exentas de polémica: la Inquisición cuestionó algunos aspectos de la obra, lo que retrasó su publicación.
El Escorial y la renuncia a la vida cortesana
Tras completar la Biblia Regia, Felipe II confió a Arias Montano la dirección de la biblioteca del Monasterio de El Escorial, uno de los centros intelectuales más importantes de la época. A pesar de los honores y reconocimientos recibidos, decidió retirarse de la vida pública en sus últimos años. Se trasladó a Sevilla, donde renunció a todos los cargos y dignidades que le ofrecía la corte, optando por una vida de recogimiento y estudio.
Su paso por Las Navas del Marqués
En el verano de 1567, Benito Arias Montano visitó Las Navas del Marqués, un entorno que marcó su obra literaria. Durante su estancia, escribió el Comentario al profeta Oseas, que concluyó con una mención al lugar:
Carmen ex voto navis in agro abulensi apud divi Laurentii sacellum mensu augusto 1567
«Las Navas del Marqués, en el campo abulense, junto al Monasterio de San Lorenzo El Escorial, en el mes de agosto de 1567.»
Esta breve estancia refleja su vínculo con los paisajes abulenses y su conexión con la espiritualidad que emana del entorno del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.
Benito Arias Montano dejó un legado que perdura como testimonio de la erudición, la fe y el humanismo del Renacimiento español.
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