Poeta, dramaturgo, ensayista, pensador, filólogo y traductor. Fue doctor en Filología Clásica y profesor universitario en Sevilla y Madrid. Con la llegada de la Guerra Civil apoyó las protestas de los estudiantes y perdió la cátedra. Se exilió en Francia y fue profesor en la Universidad de Lille y en el Collegè de France. Con la llegada de la Transición recuperó su cátedra y, más adelante fue profesor emérito de la Universidad Complutense de Madrid.
Fue miembro del Círculo Lingüístico de Madrid. Destaca su labor como pensador, en contra de los manejos del poder, y como filólogo. Fue Premio Nacional de Ensayo por los artículos recopilados en Hablando de lo que habla. Estudios del lenguaje; Premio Nacional de Literatura Dramática por La Baraja del rey Don Pedro; y obtuvo el Premio Nacional como Traductor al conjunto de su obra en 2006.
También escribió poesía, artículos periodísticos, etc. y, como curiosidad, el himno de la Comunidad de Madrid por encargo de Joaquín Leguina. Fernando Sabater fue su discípulo, pero también se interesaron por su pensamiento Félix de Azúa, Javier Marías y Miguel Ángel Velasco.
Agustín García Calvo veraneaba en el barrio de la estación de Las Navas del Marqués, muy cerca de la vía del tren. Allí disfrutó en numerosas ocasiones de la compañía de su amiga Isabel Escudero. Su obra Al burro muerto habla de un burro que García Calvo encontró en los pinares de Las Navas y al que cuidó en el jardín de dicho chalet.
Muchas de sus obras se encuentran la Biblioteca Municipal de Las Navas pues fueron donadas por los amigos del Agustín García Calvo y los hijos de Isabel Escudero. Ambos autores colaboraron activamente en la edición y publicación de artículos dentro de la revista literaria de Las Navas (Caminar Conociendo).