Víctor Ruíz Iriarte

Madrid, 1912 – 1982


Víctor Ruíz Iriarte

Compartir

Dramaturgo español. Fue crítico literario de periódicos como El Sol, ABC, Informaciones o Diario de Madrid. Gracias a Academia de Amor consiguió el Premio Piquer de la Real Academia Española. Fue también Premio Nacional de Teatro, Premio Nacional de Literatura de España, Premio Nacional de Televisión, Antena de Oro y Clavel de Sitges.

En 1943 un joven Ruíz Iriarte viene a pasar unos días a Las Navas del Marqués, dónde ha quedado con Camilo José Cela, quien el año anterior había publicado la afamada La familia de Pascual Duarte. De esta primera estancia del dramaturgo en nuestra localidad se conservan dos cartas en las que habla de la misma:

“Las Navas de Marqués, 26 de julio 1943

¡Pequeñas!: aquí estoy, desde las 8 de la mañana de hoy, en las Navas, con un cansancio atroz porque he estado catorce horas en el tren y una temperatura aproximada a la de un febrero madrileño. He dormido un poco, he llamado a casa por teléfono y me pongo a escribir estas líneas. Me dice mamá que coméis muy bien y que estáis muy contentas. La verdad es que vuestro hermano no puede deciros exactamente lo mismo. San Sebastián – ¡adorable San Sebastián!– no es, ni muchísimo menos aquella ciudad veraniega, de vida tan fácil, que nosotros conocimos de chicos. Sigue tan bonita –o más– naturalmente, pero las circunstancias acumulan –y además en estos días, figuraos– tales dificultades en su abastecimiento (...) Os estoy escribiendo, hermanitas, en pleno campo, en las afueras de Las Navas, a la sombra de las tapias de un viejísimo cementerio, sentado en el suelo, con la espalda apoyada en un pedrusco, frente a un paisaje de piedra y oro en nada parecido a la fragancia fresca y verde de Vizcaya. Sólo las nubes son las inconfundibles y maravillosas nubes de Castilla. Estoy cerca de un campo de trilla y los campesinos con los colores de sus trajes son la única nota viva en esta tarde de mucho sol y un poco de viento. Estoy absolutamente solo. Cela ha marchado a la estación a no sé qué negocio y no le veré hasta la hora de cenar.

Volveremos a comer como al mediodía en la mesa redonda de la fonda en compañía de dos muchachas muy jóvenes, no demasiado interesantes, su mamá, un sacerdote, un teniente-coronel, un muchacho convaleciente y un matrimonio de funcionarios. Gente que quizá no resultase desagradable si no se empeñase en mantener una insólita conversación general. Esta noche pasearemos un rato al fresco, ¡y a dormir! Pienso dedicar las mañanas a trabajar y las tardes a pasear por los alrededores. Mañanas y tardes de los días que esté aquí, que no serán muchos, naturalmente. Porque vuestro hermano, pequeñas, cada día se siente más hombre de ciudad…

(Para ser verídico: en este momento suenan las campanas de la iglesia, y se acaba la faena en la trilla. El vientecillo es un poco molesto. Me iré a continuar la lectura en la fonda.)

Adiós, hermanitas. Un alegre saludo a Maruja y para vosotros todos los abrazos de vuestro hermano, Víctor.”

“Madrid, 5 agosto, 1943
Queridísimas pequeñas: como ya me he reintegrado –hoy hace ocho días– a la cotidiana vida familiar, después de un veraneo poco afortunado en comodidades, pero muy rico en descanso de ánimo, caigo en la cuenta de que es a mí a quien toca contestar a vuestras cartas. Así lo hago después de un hosco gesto incitador de Petra [la doméstica de la casa].

¿Cómo estáis? ¿Os divertís mucho en esas excursiones? ¿Seguís las tres –esta pregunta, naturalmente, es también para Maruja– tan monísimas?
Creo que me habéis escrito a San Sebastián pero indudablemente vuestra carta llegó después de mi salida. No me extrañaría nada que lo mismo hubiese sucedido en Las Navas.

Espero que el sol – ¡Buen verano Dios mío!– os estará tostando cada día un poco más. Vendréis hechas unas negritas saladísimas. Conste, hermanitas, que noto vuestra falta.

Mañana me voy con papá a Toledo a pasar el día. Soy todavía –hasta el 15, fin de vacaciones– un hombre feliz que se levanta muy tarde, se acuesta un poco más tarde, lee, escribe y – ¡oh, magnífico veraneo de Madrid!– come cuanto quiere…

Adiós, pequeñas. Muchos abrazos. Escribid pronto.

Víctor.

P. Dice mamá que esta tarde o mañana os gira esas pesetitas de los zapatos (¡grandísimas embusteras!). Víctor


Bibliografía

GARCÍA RUÍZ, Víctor, “Las andanzas norteñas de un joven autor teatral: Víctor Ruíz Iriarte (1943 – 1949)”. En Bulletin Hispanique, Bordeaux, Presses Universitaires de Bordeaux, Tomo  110, núm. 1, junio

© Ayuntamiento de Las Navas del Marqués, Concejalía de Turismo - Aviso legal - Política de privacidad - Uso de Cookies